El uso y mala gestión de las toallitas húmedas se ha convertido en uno de los principales problemas de contaminación ambiental, con gran preocupación del impacto de los restos de estos productos en los sistemas de saneamiento y en los cauces de los ríos, embalses y el mar.
Desde la Unión Europea se intentan poner en marcha las primeras regulaciones al respecto, con la intención de hacer frente a este gran problema.
En Inglaterra (Reino Unido) se estudia desde hace dos años una primera normativa reguladora que podría aplicar una ley que prohibiría la comercialización y el uso de toallitas que contengan plásticos.
Las toallitas húmedas tiradas por los inodoros en Inglaterra causan el 93% de los bloqueos del alcantarillado y su limpieza cuesta alrededor de un equivalente a 110 millones de euros al año.
La prohibición de las toallitas húmedas es parte de una estrategia más amplia, llamada Plan para el Agua, para la mejora de la calidad del agua.
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Fuente: https://www.lavanguardia.com/